Dentro de
los grandes beneficios que conseguirás con la instalación en tu hogar de ventanas de aluminio en Zaragoza, uno
de los principales será el sencillo mantenimiento que conllevan estas
instalaciones. Los cuidados a lo largo de su vida útil serán mínimos, aunque sí
que es cierto que tendremos que guardar algunas precauciones para conseguir
alargar su funcionalidad y su estética.
Lo
primero que deberás hacer será una limpieza periódica de toda la ventana.
Deberás prestar especial atención a los perfiles de las aberturas, realizando
una higienización dos o tres veces al año. Lo mejor de todo es que no
necesitarás ningún producto especial para ello. Será suficiente con un paño,
agua templada y un jabón neutro. Tras frotar, retira los restos de detergente
con agua limpia y seque. Si por algún casual vivieras en la costa o en primera
línea de mar, sería recomendable que realizaras este proceso una vez al mes
para mitigar los efectos del salitre.
No
permitas que residuos o impurezas se acumulen en tus ventanas de aluminio en Zaragoza, sobre todo si estamos hablando de
correderas o deslizantes. Al amontonarse en los raíles, puede llegar a afectar
a su buen funcionamiento. Además, desde Aluminios Hecmer te aconsejamos
que añadas un poco de aceite lubricante a las cerraduras y bisagras de las
ventanas una vez cada dos o tres años. Para no excederte, ni manchar demasiado,
te puedes ayudar de un pincel que te dejará llegar con mayor facilidad a las
zonas más inaccesibles.
Por último, si fueras a realizar
algún tipo de obra en tu hogar que suponga la utilización de materiales como
cementos, yesos o pinturas, acuérdate de cubrir tus ventanas de aluminio para
evitar que algún resto de estos materiales pueda manchar o pegarse a los
perfiles o juntas de tus cerramientos.